La inteligencia artificial (IA) dejó de ser una promesa futurista para convertirse en una aliada estratégica de las empresas. En Argentina, sectores tan diversos como la banca, la industria automotriz y el desarrollo de software ya muestran casos concretos de integración de esta tecnología en sus operaciones.
Banco Ciudad, Globant y Grupo Corven avanzan en la adopción de estas herramientas para transformar procesos, mejorar la toma de decisiones y potenciar las habilidades de sus equipos. ¿Cómo lo hacen y qué desafíos enfrentan?
Globant: la IA como copiloto en la operación diaria
En una compañía nativa digital como Globant, la inteligencia artificial es mucho más que una herramienta de automatización.
Ramiro Marchesotti, CIO de la firma, explica en diálogo con iProUP que la IA está generando una transformación profunda en la forma en la que trabajan los equipos.
"Hoy la IA funciona como copiloto", afirma el experto a este medio. Y no se trata solo de automatizar tareas: se delegan también funciones cognitivas, lo que permite liberar tiempo y energía para tareas de mayor valor.
La compañía aplica sistemas de IA que ayudan a analizar código, anticipar errores y optimizar el tiempo de desarrollo. Este nuevo enfoque requiere también una transformación cultural.
"El punto de partida cambió. Antes armabas una presentación desde cero; hoy pedís a un modelo que te genere una base sobre la que trabajás", subraya.
La clave para el éxito, según Marchesotti, es formar equipos que entiendan cómo colaborar con estas herramientas. Por eso, Globant invierte en la capacitación constante de sus colaboradores".
No se trata solo de enseñar a usar una herramienta, sino de desarrollar una mentalidad de exploración, de saber cómo y cuándo usarla", remarca.
Además, advierte que este cambio no es automático ni trivial: "Lo más complejo no es la tecnología, sino el cambio de hábito. Enseñar a alguien a pensar en colaboración con la IA lleva tiempo, pero el impacto es exponencial".
Grupo Corven: datos, eficiencia y cultura en transformación
La IA también pisa fuerte en industrias más tradicionales. En Grupo Corven, empresa de autopartes y producción automotriz, el foco está puesto en acelerar procesos y fortalecer la toma de decisiones. El primer paso fue construir una cultura interna basada en datos.
"Buscamos desarrollar una cultura data driven que permita apalancar el uso de IA para resolver problemas de negocio", explica a iProUP Gabriela de Antoni, directora de Capital Humano de la compañía. La firma comenzó con pruebas de concepto en áreas clave como:
- Finanzas
- Recursos humanos
- Operaciones
- Logística
En ese contexto, una de las decisiones estratégicas fue la creación de un Comité de IA que nuclea referentes de distintas áreas, con el objetivo de compartir aprendizajes y alinear criterios éticos.
Según De Antoni, los resultados son palpables: "Gracias a la IA generativa logramos acelerar análisis que antes eran muy manuales. Ahora trabajamos con modelos que nos ayudan a identificar patrones y tomar decisiones más informadas".
Pero el impacto no es solo tecnológico. "La IA no reemplaza el talento, lo desafía", destaca.
Y en ese sentido, remarca que las habilidades blandas como la adaptabilidad, el pensamiento crítico y la capacidad de aprender son hoy más valoradas que nunca. "No buscamos solo técnicos: buscamos personas curiosas, con ganas de aprender, que se animen a desafiar lo establecido", señala.
Banco Ciudad: atención al cliente y eficiencia mejoradas
Desde el sector financiero, Banco Ciudad también apuesta fuerte por la IA. El objetivo: mejorar la experiencia del cliente y hacer más eficiente la operación interna. Así lo explica a iProUP Matías Venutolo, líder del Centro de Excelencia en Inteligencia Artificial del banco.
"La IA nos permite ofrecer soluciones más rápidas y personalizadas, lo que mejora la experiencia del cliente y optimiza los tiempos de respuesta", señala.
Entre las aplicaciones más visibles están los chatbots y asistentes virtuales que permiten a los usuarios resolver sus consultas sin intervención humana. Pero la transformación va más allá: la entidad también aplica analítica avanzada para identificar patrones en grandes volúmenes de datos, lo que permite prevenir fraudes y anticipar necesidades financieras de los clientes.
Venutolo asegura a este medio que la IA no es un fin en sí mismo, sino una herramienta para potenciar el servicio: "Trabajamos para que esta tecnología mejore nuestra relación con los clientes. El objetivo siempre es agregar valor, no reemplazar el vínculo humano".
Además, destaca la importancia de una adopción responsable: "La implementación debe ir acompañada de principios éticos claros y transparencia. La confianza es clave, tanto hacia dentro como hacia afuera del banco".
Elaboración propia
IA sin miedo: visión cruzada de tres líderes sobre el talento y el futuro
Aunque provienen de industrias diferentes, las tres empresas coinciden en un punto clave: la inteligencia artificial no viene a desplazar empleos, sino a transformarlos. En ese sentido, la clave está en acompañar la implementación con formación, apertura al cambio y una visión ética.
"La IA no nos va a reemplazar, pero sí va a reemplazar a quienes no la usen", lanza Marchesotti, sintetizando el desafío que enfrentan las organizaciones. Para él, los colaboradores deben desarrollar una relación activa con estas herramientas: "No alcanza con conocer la tecnología, hay que aprender a conversar con ella, a pedirle, a cuestionarla".
De Antoni retoma esa idea desde el ángulo del talento: "Estamos viendo un cambio profundo en los perfiles que buscamos. No alcanza con saber de datos o de IA: necesitamos personas que puedan integrarla con visión estratégica".
Venutolo, por su parte, advierte que la transformación también exige responsabilidad institucional: "Las organizaciones deben liderar con el ejemplo. La IA debe implementarse de forma transparente, justa y segura. Es clave que el cliente sienta que sus datos están protegidos y que los modelos se usan para mejorar su experiencia".
Marchesotti coincide y remarca que la IA no es neutral: "Cada modelo tiene sesgos, y entenderlos es parte de nuestro trabajo. Por eso es tan importante la diversidad en los equipos y la supervisión humana".
En este nuevo escenario, "la IA puede tener muchos datos, pero solo las personas pueden darle contexto. La clave está en esa combinación", concluye De Antoni.